Sumérjase en la fascinante historia del Domaine de Cardou, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, o incluso más allá, según algunos escritos. En aquella época, no era más que un palomar de tres pisos prolongado por un edificio de dos plantas. Según la leyenda, estos locales estaban habitados por monjas que trabajaban en la iglesia de Martignac, a unos cientos de metros de la finca.
Para subsistir, estas mujeres criaban cabras y ovejas (la viña aún no estaba muy extendida en aquella época). Fabricaban su propio queso y utilizaban la lana de las ovejas para hilar y cardar, de ahí el nombre de "Cardou".
En 1860, se añadió a la vivienda un aprisco (como atestiguan las inscripciones del frontón). Posteriormente, este aprisco se transformó para alojar a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. Los dos edificios se unieron para formar una sola estructura. Las ampliaciones más recientes acogen ahora nuestras tres casas rurales, con capacidad para 10, 6 y 4 personas respectivamente. También hemos creado una sala de fitness y un espacio de bienestar para su comodidad.
Para su disfrute, el Domaine de Cardou dispone de una piscina climatizada con sal, mantenida a una agradable temperatura de 29°C. También tiene a su disposición una sala de juegos con ping-pong y futbolín, así como una zona de juegos para los más pequeños.
Venga a descubrir un verdadero refugio histórico y disfrute de todas las instalaciones que hemos preparado cuidadosamente para que su estancia sea inolvidable.